Páginas

lunes, 20 de julio de 2015

YO NO TENGO SUEGRA



Advertí que no escribiría mal sobre los hombres. A mí el rollo feminista radical me crispa igual que el machismo. Qué exagerada soy. Puedo dormir por las noches. 

Lo que me fastidia el sueño son unos vecinos salvajes que en principio tienen mucho 'arte' pero a algún experto en flamenco le ponía yo una silla en mi habitación, no duraba ni cinco minutos. Hasta creo que cambiaría sus gustos musicales.

Al grano. Quien más o quien menos (esos no cuentan) ha tenido pareja. Novia, novio, marido, mujer, no sé, ha compartido momentos tiernos, bonitos, exasperantes y raros con otro ser humano. Hoy me quedo con los últimos. Con los momentos raros.

Ayer una conocida me hablaba de su suegra. No muy bien por cierto. Y yo asentía a todo. La chica parecía haberlo pasado mal. Y aquí saco una bandera por todas las suegras buenas del mundo. La ondeo de verdad, es blanca y pone: YO AMO A LAS SUEGRAS.

Mi madre lo es, y a mí me cae bien (cierro el chiste)

Pues yo no sabía qué decir. No sé cómo son. Nunca he tenido. Anda, y os lo prometo de fondo suena Marvin Gaye con un tema que aparecía en "Bridget Jones", casualidades, pero es que yo escribo con música. Al grano. A mí no me ha tocado nunca una suegra. No he tenido el placer.

Soy maja. De hecho, si el carácter se me agrió una temporada fue porque yo quería una suegra. Sí, como cuando hace un calor terrible y quieres entrar al baño a darte una ducha. Ojo, que ni hablo de la playa y meterte en el agua. El baño de una casa cuando no vives sola es como conquistar el Everest, porque ahora todo el mundo escala. Al grano.

Yo quería una suegra

Pero ella no aparecía. La frase mágica era "cuando llegue el momento la conocerás" y pasó un mes, y dos, y tres, y seis años casi. Y no surgió. Ni para tomar un granizado. Ni para demostrarle que sé hacer bizcochos, no muy buenos no os engaño, ni tampoco sé coser como lo hacía mi abuela y mi madre, de todo sé lo justo, lo normal. Pero yo quería que supiera que existía. Y que quería mucho a su hijo.

Lo nuestro parecía un amor imposible. Sé que habrá gente tirándose del pelo, ¿Pero qué necesidad tenías? Los orígenes, os respondo tranquilamente.

Todos tenemos unos orígenes y las madres recopilan esos datos, graciosos, vergonzantes y maravillosos que a todos nos gusta escuchar del otro. 

Además, es lo normal, ¿no? Y yo quería ser normal. Verla, darle dos besos. Que me mirara y pensara "qué chica más maja" (de belleza no vamos a hablar una sabe que mi hermosura no hace que la gente se desmaye por las calles, pero no estoy mal) Que me diera un abrazo y si no era de ese club, pues dárselo yo que me encantan. No quería tomar paella con ella todos los domingos, ni hacerle mil preguntas, sólo quería salir del anonimato, mirarla a los ojos, y marcharme.

Surrealismo

Pues no tuve suerte. Jamás llegó "el momento adecuado". Yo no lo entendía. Cuanto más moderna eres, más atraes este tipo de situaciones. No suelo dar explicaciones de mi vida privada, pero cuando tienes una relación tan larga, la gente allegada te pregunta, la gente es curiosa por no decir cotilla, pero hasta los curiosos me empezaron a caer bien. 

- ¿No te conoce?

- No

- ¿Pero cómo que no te conoce? Al menos sabe que existes...

- No

- ¡¡¡Pero a ti qué te pasa!!! No tienes una suegra en tu vida. Ni de refilón. Aunque fuera una suegra que vive en Canadá y ves una vez al año.

- No, vive aquí

- A ver, esto no es normal. ¿Tú qué has hecho? ¡Algo habrás hecho! Porque maja eres...

. Yo no sé si soy maja, pero no tengo suegra, vamos que no sé qué cara tiene. Soy invisible y ella también.

- Pero eso es raro... ¿No la has visto nunca? ¿Ni una vez?

- Pues tengo cita, pero pasaron los años y ...

- Pero tú eres una novia invisible, pero tú... ¿tú eres tonta?

Sí, el colmo de los curiosos y de los buenos amigos puede llegar a ser hiriente pero cierto.


Soy tonta. Y una impulsiva moderada porque quizás debí presentarme ante ella con un ramo de flores, darle dos besos, portar la bandera en mi otra mano y marcharme triunfante, pensando "por fin sé lo que es tener una suegra", y tranquila hubiera vuelto a casa con una sonrisa. 

Cada ser humano esconde una historia. Las familias de las series norteamericanas con las que hemos crecido no existen. A mí mis padres jamás me han dicho "reunión familiar" ni se han sentado a los pies de mi cama para mirarme a los ojos y preguntarme: 

- Hija, ¿qué te pasa? A mí puedes contármelo.

Partiendo de esa base, se podía entender en el mes uno, en el año uno, que mi suegra invisible no me conociera. Sus motivos tendría el mediador y a comprensiva no me gana nadie, yo presencio un atraco y hago que los dos (atracado y atracador) se fundan en un abrazo y queden algún día para tomar un café.

Pero la comprensión tiene un límite.

Tú conoces a tu pareja, y con eso basta. Con la familia no vas a tener nada. Con ellos no te casas (bueno, yo ni me casé) pero eso no es cierto, hasta las familias imperfectas se unen aunque sea en bodas, bautizos y funerales. E incluso llevándose mal o no llevándose comparten momentos. 

Momentos que por norma general son aburridos, pero no sólo hemos de hacer lo que nos agrada. Entonces yo ahora mismo estaría recibiendo un masaje, esta tarde iría a la playa...

Pues ni un mal momento viví. ¡Eso que te llevaste! Aseverarán algunos. Pues no. ¿Sabéis la de bizcochos que se pueden hacer en seis años? ¿La ilusión que te puede hacer llevarle un presente a esa señora? Llamadme rara, extraterrestre. pero un poquito de comprensión que aunque serlo no te lleve a ningún lado, fijaos en mí, es lo único que me queda.

Ahora entiendo que en ocasiones tenga ganas de abrazar a señoras de cierta edad (no sé porqué se dice esa expresión) y antes de que me miren como a una loca ondear la bandera.


Joana Sánchez González


11 comentarios:

  1. Un ejercicio de autoanálisis, una confesión irónica, pero con amargura: esperando a Godot. La vida es lo que nos pasa mientras estamos haciendo otros planes, cantaba John en 1980 (Life is what happens to you while you're busy making other plans. "Beautiful Boy")
    Esta es la escritura de diario que tanto me gusta. Sincera y audaz. Enfrentándose al espejo y al recuerdo para traspasarlo como Alicia.

    ResponderEliminar
  2. En esta vida tenemos dos opciones: llorar toda una vida, o aprovechar esas experiencias para crecer y mejorar, y a la vez gritarlas, no sé yo si para solucionar algo pero al menos para no pensar que una es un bicho raro, sino que a veces, se quiere tanto que una se olvida de lo más importante, dar amor a la persona más importante: tú.

    Gracias por tu comentario y la comparación con Alicia.

    Hay gente que se enfrenta a los problemas haciéndolos más grandes, servidora trata de arreglarlos, y si son tan surrealistas y la otra parte se esfuma, pues emplea el sentido de humor como arma. Y me va muy bien.

    Aquí hemos venido a reírnos. No a sufrir.

    ResponderEliminar
  3. Pues una suegra es como una madre al cuadrado, si te sale buena, que es igual de pesada que tu madre pero con la que no tienes la suficiente confianza como para enfadarte...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Una buena descripción. A mí me han hablado de suegras magníficas que te tratan como esa hija que no han tenido, o que sencillamente están ahí si las necesitas... pero se dicen tantas cosas ¿verdad? :)

      Pero yo sigo reivindicando la figura de la suegra, supongo que algún día conoceré a alguna y le caeré bien, o al menos me verá ¡vaya tela!

      Eliminar
  4. Yo también amos a las suegras, Joana ... en mi caso fue como una segunda madre.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que fuera así Enrique. En mi caso no pude experimentar esa sensación. Y además, nunca la viviré. Yo amo a las suegras pero no sé la razón, supongo que porque no he conocido esa figura, al menos la que más me importaba e interesaba conocer.

      Un abrazo Enrique

      Eliminar
  5. Un artículo sincero y desnudo como el niño que viene al mundo. Insólito que tu novio no te presentase a su madre en los años que duró vuestra relación. Una de tus frases justifica con lógica por qué deseamos conocer a los progenitores de nuestra pareja, es imprescindible para tener la visión completa de una persona. Y ahora dejo una pregunta en el aire, que tal vez te inspire la segunda parte de tu historia : ¿Tu novio conoció a tus padres ?, ¿Comió en familia con ellos ?, ¿Participó de las fiestas familiares en la compañía de tus padres ?. De ser así, él jugó con ventaja y el misterio de la suegra inexistente merece otro de tus estupendos artículos .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Empiezo por el final, gracias por lo de estupendos :) y a las primeras cuestiones: sí, sí y sí. A todos. Incluso a amigos. A menos de los que me hubiera gustado presentar. Jugó con ventaja, y yo me quedé sin el mejor portero, Casillas o el que sea, porque me metieron todos los goles. Una persona, tienes razón, es completa, un todo cuando la vemos en su ambiente. Uno no es igual cuando está con la familia, con los amigos... en esencia sí, pero no es el mismo. Tomo nota, porque esta historia no ha terminado. Esa suegra inexistente merece más artículos, más presencia. Aunque sea raro. Eso sí, siempre con humor. Del negro. ;-) Gracias a todos por comentar. Por aquí y por Facebook. Abrumada me hallo.

      Eliminar
  6. La idoneidad de la suegra siempre depende de tu pareja, me explico, si tu pareja sabe decir hasta aquí puedes llegar en mi relación, y si tu pareja-marido-novio, no tenía claro eso, posiblemente hizo lo óptimo, no presentarla!! :-). Yo sólo tengo hermanas y mi marido sólo tiene hermanos, mi suegra es muy especial, y mi madre, la suegra de mi marido, especial y media, juntas son las causantes del caos del universo y ellas decidieron conocerse de motu proprio, nunca sabré que traman a la sombra! ellas se hacen sus regalos y no me gusta la repostería !! :-) :-)

    ResponderEliminar
  7. Muy bien explicado, pero en este caso no hablamos de prudencia por su parte. ¿Ser invisible para esa persona es sano? :) No hizo lo óptimo. Lo óptimo hubiera sido dejar que la otra persona decidiera si quiere o no volver a verla. Lo óptimo sería no prometer algo que no va a cumplir. Ni suegra, ni suegro, ni hermano, ni hermana... A comprensiva no me gana nadie. Esperé esa cita fugaz (sin paella por medio) seis años, paciencia le eché un rato. Tengo una máxima y es que yo me basto y me sobro para defenderme :) no creo que lo hiciera para defenderme de nada... ¿No crees que al menos podría haber tenido esa posibilidad? Y por mi parte, mi santa madre no se mete ni en los charcos :) Creo que un hombre ha de saber decir "hasta aquí puedes llegar" otra cosa es no decir nada. ¿De verdad te gustaría no conocer a nadie del entorno de tu pareja? Ni un amigo, ni un conocido... nadie... a una persona y diez minutos... No. Esto va más allá de una suegra je je. A la que me hubiera gustado ver, al menos de lejos.

    ResponderEliminar
  8. Con el tiempo, y admitiendo que tú y yo hablamos por privado y me diste la razón: no era mi objetivo :)

    Ahora. Algo ha hecho clic en mi cerebro.

    Vivan los "huérfanos" Igual que unos nacen para llevar una vida copiada. De catálogo. Otros, quizás somos extraterrestres o masocas.

    Y si me enamoré de un huérfano?

    A veces, deseas algo que en el fondo no te hará más feliz.

    Y ya en octubre, que viva el amor. Con o sin suegra.

    ResponderEliminar