Páginas

lunes, 22 de agosto de 2016

Escribe todos los días



Si has llegado hasta aquí puede que sea porque el veneno de escribir lo lleves dentro. O, tal vez una buena y generosa persona te haya aconsejado que unas letras y formes palabras que a su vez construyan frases, TODOS LOS DÍAS.

Al menos, a mí fue ese el consejo que me dieron hace años. Fue mi profesor Carlos Llorca Baus, Un brillante docente que me pedía textos todos los días. Crónicas, artículos, reportajes, todo lo que pasara por mi cabeza. 

No recuerdo otro consejo más. Sólo el suyo. Porque es difícil guiar a una persona en esto de la escritura. 

Le podrás enseñar unas normas, unos trucos para que sepa llevar de la mano al lector sin que se aburra, pero debe poseer algo que no se aprende, pero que sí se sabe: le debe apasionar teclear, coger un bolígrafo y un papel para arañar una idea, un relato breve, una reflexión. Eso no se enseña.

Me sorprende ver a famosos que encantados de conocerse presentan sus libros. No importa el tema:

-Sobre niños (sobre todo si acaban de tener un hijo)
-Sobre sus vidas (aunque esté expuesta en un plató)
-Sobre viajes, vinos, recetas...

Da igual si jamás han sentido la necesidad de leer un  libro, o de pasear por una biblioteca hasta que llegue la hora de cerrar. Es pura anécdota si jamás les apasionó escribir desde niños o adolescentes, la cuestión es ver sus caras en la portada de un libro. La verdadera cuestión.

Y venden. Y mucho. Y entre todo ese material hay calidad. Por estadística.

En una ocasión, un amigo me dijo que los libros estaban sobrevalorados. Ni toda la Literatura es digerible por algunas almas, ni escribir es un arte noble...siempre.

Leonardo Da Vinci hubo uno, estoy segura de que ha nacido alguno más en este siglo, pero por ahora no ha dado señales de vida. O lleva una vida tan anónima que por no aparecer en los medios lo creemos invisible.

AUTORRETRATO DE LEONARDO DA VINCI


Opino que es estimulante para nuestro cerebro, implicarnos en distintos campos y aprender. El problema viene cuando apuestas por la agricultura y sólo te quedas con una foto en Instagram al lado de un pino que acabas de plantar. Fin de tu afición y de ese futuro Da Vinci, también. Vivimos tiempos donde ser constante no se lleva. 

Y abro un enorme paréntesis para incluir a todos los deportistas de modalidades poco agradecidas en cuanto a reconocimiento por parte del público, que se esfuerzan los trescientos sesenta y cinco días del año. Solos, con la única motivación de practicar su pasión.

Volviendo a los libros famosos por sus escritores conocidos...

Supongo que esos libros que pueblan los lugares de venta tanto físicos como digitales, también acabarán secándose. Mientras tanto, en vez de aferrarnos a la queja, todo el que necesite escribir que lo haga, y así hoy, un día más he hecho caso de mi mentor: garabatear unas líneas para ejercitar mis dedos y la inspiración.

Buenas noches y dulces sueños. Y si todavía no has escrito nada hoy, prueba a estas horas con la calma de la noche.

Joana Sánchez González

2 comentarios: